Calathea ornata
Las plantas que tenemos en el interior de nuestros hogares, con el paso de los días y sobretodo de las semanas, se llegan a poner feas, pero no porque tengan alguna plaga, sino por el polvo. Ese polvo compuesto por restos de piel nuestra (porque sí, los humanos también mudamos, aunque no de una manera tan exagerada como las serpientes), la suciedad que pueda caer de las propias paredes de la vivienda y del polvo que pueda entrar de fuera.
Todo esto acaba… donde acaba: en los muebles, en el suelo, … y también sobre las hojas. Por eso, de tanto en cuando tendremos que limpiarles el polvo, pero ¿sabes cómo limpiar las hojas de las plantas?
Plantas con hojas pequeñas y cactus
Nephrolepsis
Las plantas que tienen las hojas muy pequeñas, o aquellas suculentas cactáceas (cactus) son realmente difíciles de limpiar de la manera convencional, es decir, con un trapo, así que ¿qué hacer para mantenerlos preciosas? Pues nada más y nada menos que limpiarlas con un pincel de brocha pequeña , sin humedecer.
Así, con la misma delicadeza con la que pintor dibuja su obra de arte, les iremos pasando el pincel tratando de quitarles toda la suciedad que puedan tener.
Plantas con hojas grandes
Anthurium andraeanum
Las plantas que tienen las hojas grandes son muy fáciles de limpiar. Se les puede pasar un pincel, pero en estos casos recomiendo más pasarles un trapo humedecido con leche . Con la leche se consigue el mismo efecto que con un abrillantador de hojas que podremos encontrar a la venta en los viveros: las hojas recuperan su brillo natural, de modo que se ven mucho más sanas.
También se pueden limpiar con agua , siempre y cuando sea destilada, de lluvia o sin cal. Eso sí, independientemente de lo que elijamos después de limpiarlas hay que evitar ponerlas cerca de una ventana por donde la luz solar pueda llegar, ya que de hacerlo al estar las hojas húmedas todavía se podrían quemar.
¿Conoces otros trucos para mantenerlas limpias?
