El jardín comestible: 8 arbustos de pequeños frutos

Cuando se crea un jardín se recurre al lenguaje de las formas, los colores, las texturas e incluso los olores. ¿Por qué no jugar también con los sabores que los frutos comestibles pueden ofrecer? Existen infinidad de arbustos de pequeños frutos y bayas a tu disposición. Plantas adaptadas al clima español, muchas de ellas poco conocidas. Sus pequeñas cápsulas de sabor suelen encerrar además múltiples propiedades beneficiosas para la salud.

Arbustos de bayas comestibles y de bella floración: cornejo macho (fotos de la izquierda), amelanchier (centrales) y feijoa (derecha).

• Cornus mas

/ Cornejo macho

El género Cornus es ampliamente usado en jardinería y paisajismo por su follaje, su floración y el color rojizo que exhibe a veces su ramaje. La especie Cornus mas es un arbusto mediano o pequeño árbol cuya hermosa floración temprana cubre la planta de amarillo antes de que broten las hojas. Su fruto, de color rojizo, sabor dulce y alto contenido en vitamina C, es muy apreciado en los países del Centro y el Este de Europa (flores y frutos en las fotos de la izquierda). Se puede consumir crudo cuando está muy maduro, en zumo, desecado, en mermelada o licor.

Amelanchier sp.

Con este nombre se conocen una multitud de especies muy valoradas en jardinería por sus racimos de flores blancas estrelladas que surgen en primavera, y su follaje otoñal amarillo o rojo, según la especie. Los frutos de los amelanchier pueden lucir una coloración desde púrpura a casi negra. Son de sabor dulce y se pueden comer tanto crudos como en mermelada; maduran en julio (flores y frutos en las fotos del centro). Los amelanchier son plantas duras que se adaptan bien al frío y a todo tipo de suelos. Algunos se pueden usar para crear setos (Amelanchier canadensis, Amelanchier  florida, Amelanchier ovalis).

Feijoa sellowiana

/ Feijoa

Aunque la feijoa o guayaba de Brasil es de origen tropical, puede soportar heladas de hasta -10º. Si eliges esta especie asegúrate de ofrecerle un sustrato fértil y bien drenado. Sus flores son muy llamativas, con un gran penacho de estambres rojos que asoma entre pétalos blancos; aparecen de mayo a junio. El fruto, de un sabroso gusto tropical, madura en otoño; con él puedes preparar desde zumos y mermeladas hasta helados (flores y frutos en las fotos de la derecha). Aunque se trata de una especie autofértil es conveniente plantar varias matas juntas para obtener una mayor producción.

Viburnum trilobum

Arbusto caducifolio de grandes hojas que recuerdan ligeramente las del arce y se vuelven de un bonito color cobrizo en otoño. Su origen en la zona limítrofe entre Estados Unidos y Canadá explica su gran rusticidad. Se adapta, además, a muchos tipos de suelo. En primavera emite delicados corimbos blancos. Sus drupas se parecen en color y sabor al arándano rojo (en la foto, cubiertas de escarcha). Son ricas en vitamina C y de sabor agrio; se pueden comer crudas, en mermelada o como ingrediente principal de una salsa para carnes.

Asimina triloba

/ Pawpaw

El pawpaw es un pariente de la chirimoya oriundo de América del Norte. Es muy rústico: llega a soportar hasta -25º (zonas 5-8). Su fruto es grande y de color marrón al madurar; encierra una pulpa carnosa y dulce, cuyo sabor recuerda al plátano, la piña y el mango. Se suele consumir crudo; las semillas se deben descartar, ya que son tóxicas. Fructifica mejor en una exposición soleada, aunque durante los primeros años necesitará un entorno de semisombra. Exige un suelo bien drenado. Es bastante resistente a las plagas y enfermedades.

• Lycium barbarum

/ Bayas de Goji

Este arbusto de la familia de las solanáceas (patatas y tomates) se cultiva desde la Antigüedad en China, donde sus bayas son muy apreciadas en la medicina tradicional. Estos pequeños frutos intensamente rojos se consumen normalmente secos o en zumo. Se cosechan de agosto a octubre y tienen un sabor entre dulce y ácido. Las bayas de Goji son famosas por su alto contenido en sustancias antioxidantes y vitaminas. Es una planta muy rústica, capaz de resistir las heladas intensas, la salinidad del suelo y los vientos fuertes.


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