Germinadores: brotes caseros en un pispás

De dos a siete días: es lo que tardan en germinar los brotes de soja, col, alfalfa, trigo, rabanito... esos nutritivos ingredientes de la cocina saludable. ¿Pero por qué comprarlos en el supermercado cuando puedes cultivarlos en casa? Usar un germinador es tan sencillo que los niños pueden encargarse de ello. ¡Crearás afición por lo verde y la comida sana!

Brotes de col lombarda en sus germinador, a punto para comerlos. Los germinados son ricos en vitaminas, minerales y fibra. Abajo, una mezcla de distintos germinados acompañando un plato de pescado.

Estos mini invernaderos que son los germinadores permiten recrear en casa un paso fundamental en la Naturaleza: la germinación de las plantas. Eso sí, en condiciones óptimas de humedad, luz y temperatura para que los brotes estén listos en tiempo récord: de dos a seis o siete días según la especie. Por eso permiten un suministro constante a la cocina en cualquier estación; solo hay que tener a mano semillas suficientes.

Hoy, los germinadores son más que una moda por varios motivos: el principal es la demanda creciente de una dieta saludable y de confianza.
Existen varios tipos de germinadores, desde sencillos recipientes de plástico o cristal para iniciarse en el cultivo, a bandejas para plantaciones más amplias, que incluso mantienen las condiciones de humedad y temperatura de forma automatizada gracias a un pequeño motor eléctrico. Pero todos funcionan básicamente de la misma manera: no necesitan sustrato y se basan en la hidratación constante de las semillas, eso sí, cuidando que no se encharquen.

Directos a la ensalada

Hoy, los germinadores son más que una moda por varios motivos: el principal es la demanda creciente de una dieta saludable y de confianza. El germinado artificial brinda lo mejor de las semillas y de los vegetales: los brotes proporcionan todas las vitaminas y nutrientes (en la columna de la derecha te contamos qué beneficios ofrecen los más habituales) pero sin aporte calórico, y con todo el sabor ¡y el color! para enriquecer sobre todo ensaladas o guarniciones, pero también para integrarse en platos calientes, como sopas o los populares rollitos de primavera y otros clásicos de la cocina oriental.

El surtido de semillas para germinados que encontrarás en tu centro de jardinería se amplía sin cesar y abarca incluso combinaciones de varias. Fíjate que cuenten con sello ecológico y provengan de plantas fertilizadas con productos 100% orgánicos y biodegradables, sin rastro de químicos.

Además de satisfacer la tendencia al autoconsumo de productos ecológicos, los germinadores tienen éxito porque ofrecen una forma muy sencilla de iniciar especialmente a los niños en el cultivo. Los germinadores son en realidad huertos en miniatura que les permiten observar el desarrollo de los brotes día a día.

De la semilla al brote

El proceso de cultivo de los germinados es muy sencillo y casi se realiza solo: aquí te contamos el proceso, paso a paso. Pero ten en cuenta que cada especie tiene sus propias necesidades de luz y temperatura —la soja, por ejemplo, se desarrolla mejor en penumbra—; fíjate en las indicaciones del sobre de semillas.

• Paso 1:

Todas las semillas se deben dejar en remojo varias horas: de cuatro a seis en el caso del rabanito y la col lombarda; de seis a ocho en la alfalfa; de 12 a 14 en las lentejas, y de 14 a 16 en la soja verde.

• Paso 2:

Escurre las semillas, sécalas un poco y distribúyelas en la rejilla base del germinador. No conviene apiñarlas porque los brotes ocupan hasta tres veces más espacio que las semillas.

• Paso 3:

Coloca la rejilla sobre la cubeta y llénala con agua. Lo ideal es que el nivel del agua toque la parte inferior de la rejilla durante todo el proceso de germinación. Cubre la cubeta con la tapa invernadero.

• Paso 4:

La temperatura ideal está entre los 20 y 25 grados y debe mantenerse estable durante todo el proceso de germinación. Conviene renovar el agua cada tres días.

• Paso 5:

Cuando los brotes toquen la tapa transparente que cierra el germinador, retírala para que sigan creciendo. Vigila siempre el nivel del agua y deja que los brotes alcancen la altura adecuada.

• Paso 6:

Según la variedad, a los siete días de la siembra ya podrás cortar o arrancar los brotes (hay quienes los consumen incluso con su pequeña raíz). Puedes guardarlos en la nevera hasta 15 días.


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