¡Cultiva las más ricas calabazas!

Una de las ventajas de cultivar un huerto propio es poder disfrutar de variedades difíciles de encontrar en los supermercados. Es el caso de la calabaza o, mejor dicho, las calabazas. Deliciosas, ricas en mucílagos y carotenoides de acción antioxidante, existen verdaderas delicatessen entre ellas. Su cultivo es además muy agradecido, fácil y de gran rendimiento: bastan unas pocas semillas para obtener muchos kilos.

Grandes calabazas madurando hacia el final del verano en el Huerto de un Epicúreo de los Jardines Frutales de Laquenexy, en Francia. Foto: Jardins Fruitiers de Laquenexy

La sencillez del cultivo de las calabazas (Cucurbita sp.) se lo pone muy fácil incluso a los principiantes y da pie a que los más pequeños de la casa disfruten aprendiendo cómo se desarrolla una hortaliza desde la recolección de las semillas hasta la cosecha.Te contamos cómo se cultivan:

Época de siembra

Las calabazas no resisten las heladas, así que la siembra tiene que esperar a que hayan remitido, esto es a partir de mayo en la mayor parte de la Península. •

Por semillas

Se pueden sembrar directamente en la tierra siempre que se les pueda asegurar agua los primeros meses. Se siembran al sol en golpes de 3-4 semillas. Cuando las plántulas alcancen 15 centímetros se deben aclarar dejando las dos más vigorosas.

Por planteles

Si se siembran las pepitas en bandejas de alveolos se pueden obtener planteles y, de paso, adelantar un poco la fecha de siembra. En el momento en que las plántulas tengan un par de hojas verdaderas habrá que trasplantarlas al huerto. No se debe tardar mucho: cuanto más grandes, más sufrirán con el trasplante. También puedes comprar los planteles en los centros de jardinería.

Sustrato

Aunque no son muy exigentes respecto al sustrato, crecen mejor en suelos bien drenados y fértiles. Aportar un poco de compost a la tierra antes de la siembra les asegurará un crecimiento óptimo.

Riego

Se deben regar con frecuencia, sobre todo cuando entran en producción, aunque sin mojar los tallos y las hojas para evitar que surjan hongos. Si se riegan por un lado es conveniente guiar las hojas hacia el opuesto para que crezcan sobre tierra seca.

Marco de plantación

Muchas variedades son de crecimiento muy vigoroso y acaban ocupando bastante superficie. Se han de plantar por lo tanto en un lugar espacioso. El marco de plantación debe ser amplio, por lo menos de un metro cuadrado.

Recolección

La fecha límite para la recolección la determina la llegada de las primeras heladas. La mayor parte de las variedades dan aviso de su madurez cambiando de color: de verde a anaranjado o amarillo en muchos casos. El secado del pedúnculo también es una pista para saber cuándo cosecharlas. Si están siendo cultivadas en un suelo muy húmedo, las calabazas se pueden recostar sobre alguna superficie —una teja, un plato— para que no se mojen demasiado y se estropeen antes de la cosecha.

Almacenamiento

Una vez recogidas se deben almacenar en un lugar fresco y seco. Si se han cosechado en octubre resistirán bien 4-5 meses. No es aconsejable mantenerlas más allá de marzo porque acaban perdiendo bastante agua y empiezan a deteriorarse.

Semillas para la próxima siembra

Las semillas de calabaza, además de ser comestibles una vez secas y tostadas, se pueden utilizar para nuevas siembras. Se deben extraer de los frutos que tengan mejor aspecto, secarlas encima de un periódico y guardarlas hasta la primavera. Un día antes de la siembra va bien ponerlas en un trapo mojado para que se rehidraten y germinen antes.

Calabazas recomendadas


Vasca-Mallorca

Da frutos alargados de unos 50-60 centímetros y entre tres y seis kilos de peso. Al madurar, su fina piel muestra tonos verdes y anaranjados. La carne es sabrosa y consistente. Es muy productiva.

Big Max

Son calabazas de gran tamaño y peso —entre cinco y 15 kg—, redondeadas, de color anaranjado al madurar y piel gruesa. También se les suele dar un uso decorativo. Precisan un generoso marco de plantación de dos x 1,50 metros.

Dulce de horno

Esta calabaza acostillada de piel gruesa, rugosa y dura encierra una pulpa entre asalmonada y anaranjada que resulta deliciosa cuando se cocina al horno. Además, aguanta muchos meses en el almacén.

Patisson o Patty Pan

Esta variedad de curioso aspecto es considerada, junto con la ‘Petit Marron’, una delicatessen: el sabor de su carne recuerda al de la castaña y proporciona un toque muy especial a los platos. Los frutos pueden ser blancos, anaranjados, verdes...

Cabello de ángel

La Cucurbita ficifolia, de hojas parecidas a las de la higuera, no solo resulta bonita enredada en una pérgola, como en la foto. Es la especie que produce los frutos de carne blanca en hebras con la que se elabora el delicioso cabello de ángel, esa especie de mermelada tan utilizada en repostería.

EL VALOR ORNAMENTAL DE LAS CALABAZAS


Existen mezclas de semillas de variedades de calabazas que no interesan para el consumo por su reducido tamaño, pero dan mucho juego en decoración por sus variadas formas y colores. Son ideales para cultivar en maceta. Además, por sus grandes hojas y su capacidad para cubrir extensas áreas dado su hábito rastrero, las matas de calabaza, siempre que estén bien asentadas en la tierra, se pueden utilizar para cubrir de verde todo tipo de superficies, tierra del jardín, baldosas, cemento... Solo hacen falta unas pocas plantas. Si el peso de los frutos lo permite también se pueden usar para cubrir una pérgola.


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