Consejos para hacer buenos semilleros para el huerto
Muchos de los cultivos del huerto empiezan con un semillero. La razón es la necesidad que tienen algunas semillas de una cantidad de calor mínima para germinar y desarrollarse. Por ello, sobre todo en las épocas más frías, se les deben facilitar unas condiciones de temperatura adecuadas, así como de luz, agua y nutrientes. En estas páginas te contamos cómo tener éxito con los semilleros.
Siembra de semillas en bandejas de alveolos de material biodegradable. Facilitan el trasplante al huerto. Foto: ShutterstockRaúl González Ibarra,
Texto_ agricultor y periodista
¿Es necesario hacer semilleros de todos los cultivos? La respuesta corta es no, aunque depende de la región climática, la época del año y, por supuesto, de la especie que se quiere cultivar. En nuestro país, algunas plantas como el tomate necesitarán nacer en un semillero antes de ser llevadas a tierra, y otras como la remolacha, la borraja o la zanahoria medrarán bien en casi todas las temporadas si se siembran directamente en el huerto. La razón es que muchas plantas hortícolas requieren una cantidad de calor mínima para germinar y desarrollarse. Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
• Dónde colocar el semillero:
invernadero
Un semillero eficiente debe combinar dos aspectos básicos: una temperatura y una iluminación suficientes para que los cultivos nazcan y se desarrollen adecuadamente. Lo ideal sería en un que además disponga de un sistema de camas calientes que aporten calor al sustrato (existen varias opciones: mediante una suerte de manta térmica, o un circuito de agua caliente).
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
Sobre todo en las épocas más frías, los semilleros permiten obtener plántulas anticipadamente para llevarlas al huerto cuando el clima lo permita.
semilleros en suelo.
A falta de invernadero se pueden hacer Por ejemplo directamente en el huerto, bajo un túnel de plástico montado sobre arcos de metal, donde pueda beneficiarse del calor de la tierra. También podría ser en un contenedor en una zona resguardada, como un porche o una terraza.
dentro de casa,
Otra opción es hacer nuestros semilleros donde las condiciones de temperatura son muy buenas. Sin embargo, podría presentarse el problema de la falta de luz. Por ello es fundamental situarlos en un lugar lo más cercano a la ventana más luminosa (orientación sur). La falta de luz causa ahilamiento, esto es, el estiramiento excesivo de los brotes, lo que genera unos tallos muy finos y débiles, normalmente torcidos hacia la ventana.
• Qué recipientes utilizar:
•
Las bandejas de alveolos, diseñadas específicamente para semilleros, cuentan con cavidades individuales de un tamaño ideal para la germinación y el buen desarrollo de las plántulas. Pueden ser biodegradables (turba y fibras vegetales) o de plástico reciclado. Además de maximizar el espacio, aseguran un trasplante al huerto menos traumático, sobre todo las biodegradables, ya que el plantel no necesita extraerse. Algunas especies se pueden sembrar en bandejas sin alveolos y luego trasplantarse sin grandes problemas (cebolla, puerro, tomate), pero otras lo toleran mucho peor (calabaza, calabacín). Las bandejas para semilleros son porosas o cuentan con agujeros de drenaje. Puedes reutilizar envases de yogur o de otros tipos, siempre que sean pequeños y les hagas agujeros de drenaje.
• Qué sustrato usar:
El sustrato debe tener una buena capacidad de retención de agua y a la vez de drenaje, así como nutrientes para que se alimenten las plantas al nacer. En los centros de jardinería hay disponibles sustratos de semilleros que cumplen con esas características. Para cubrir, lo ideal es usar un sustrato muy fino y cribado.
Y ahora, ¡a sembrar!
• Cuándo:
Es importante leer bien las instrucciones de los sobres de las semillas y respetar los periodos de siembra indicados. Recuerda que las semillas también tienen una fecha de caducidad. Las hortícolas no duran muchos años y con el tiempo van perdiendo capacidad de germinación.
• Cómo:
La mayoría de las semillas hortícolas son de pequeño tamaño y se entierran de forma bastante somera. Pon varias semillas en cada alveolo para asegurarte de que no quede ninguno vacío. Más adelante tendrás que hacer un aclareo para dejar una sola plantita por alveolo. Deberás seleccionar no necesariamente las más altas, sino las más desarrolladas, con más hojas, tallos más gruesos, y un aspecto más sano y robusto.
• Etiquetar:
Es preciso para reconocer las especies y variedades que has plantado una vez que hayan germinado. Puede resultar difícil distinguir entre plántulas recién nacidas y saber cuántas hay de cada una. Puedes reciclar palitos de madera, tiras de cartulina u otros elementos sobre los que puedas escribir con rotulador indeleble. Es necesario saberlo para poder dimensionar la parcela de huerto al trasplantarlas.
• Regar:
Después de la siembra, al semillero no le debe faltar (ni sobrar) agua. Sobre todo al comienzo habrá que regarlo con frecuencia pero con moderación. Utilizar un pulverizador con agua puede ser una buena opción al principio. Después, se puede regar por capilaridad, poniendo la bandeja de alveolos sobre otra bandeja llena de agua para que suba hasta las plántulas. Luego se retira el agua sobrante.
Evita estos errores frecuentes
• Una sola semilla por alveolo:
Seguramente se producirán marras y se desaprovecharán las bandejas.
• Demasiadas semillas por alveolo:
Traerá consigo un mayor trabajo de aclareo una vez desarrolladas las plántulas.
• Enterrar las semillas en exceso.
• Usar un sustrato de mala calidad,
alguna mezcla mal hecha que no drene o no aporte nutrientes, o reciclar una tierra con patologías.
• Falta de luz:
Una iluminación insuficiente da lugar a plantas débiles y de mala calidad, o acarrear incluso la muerte del cultivo.
• Encharcamiento por falta de agujeros de drenaje.
• Exceso de riego:
Aunque haya agujeros de drenaje, si se riega en exceso se pueden asfixiar las plántulas porque el agua desplaza el aire del sustrato. También pueden aparecer enfermedades por hongos.
• Falta de riego:
Si no se presta la debida atención durante las primeras fases del cultivo es fácil que se sequen. Se deben revisar a diario.
• Arrastramiento de las semillas al regar:
Si se usa una botella o una regadera sin florón para regar, el chorro puede arrastrar las semillas o desenterrarlas. Durante la primera fase es mejor regar con pulverizador.
• Aclareo insuficiente:
Si se eliminan pocas plantas quedan demasiadas compitiendo por la luz y el espacio dentro de un alveolo.
• Elegir mal la época del año:
Consulta las instrucciones del sobre y/o pregunta a la gente que hace semilleros en tu zona.
• Falta de escarda:
Si no se eliminan meticulosamente las malas hierbas, en pocas semanas pueden tapar por completo los semilleros.