¡Me encanta el
aguacate
! Es por eso que quiero
cultivarlo en casa
para así saborear este energético fruto con tantas propiedades benéficas para el cuerpo.
Plantar un árbol de aguacate no es una tarea difícil, todo comienza con el propio fruto pues a partir de su carozo puede crecer un gran árbol.
La importancia de la semilla
Lo primero entonces es preservar el carozo . Puedes comprar un aguacate, abrirlo a la mitad y luego extraer el carozo cuidando siempre de no cortarlo. Luego hay que lavarlo en agua para así quitar cualquier resto del fruto pero siempre conservando su piel marrón.
Más allá de que todos los carozos no son iguales, todos son de forma redondeada y presentan una base, algo más plana, y un extremo superior, ubicado opuesto a ella. Una vez encontrada la base, hay que sumergirla en agua para que las raíces comiencen a crecer. Para hacerlo, puedes ayudarte colocando unos palillos en el carozo para que entonces éste quede en suspensión y sólo sumergida la base del mismo.
El proceso
Lo ideal es que cambies el agua a diario para evitar la proliferación de hongos y bacterias aunque algunos recomiendan hacerlo cada 5 a 7 días. Poco a poco y durante las siguientes 8 semanas el carozo se irá desarrollando y cambiará de aspecto: la parte superior se irá secando y formando una costra que luego se extenderá a la base. Luego se quebrará en dos y aparecerá la raíz que crecerá hasta que un brote se asomará en la parte superior del carozo. En este proceso es importante que la raíz permanezca siempre sumergida.
Más información – Tipos de mesas de cultivo