¿Te apetecen unos kiwis? Están deliciosos, y ahora en verano nos ayudan a hidratarnos debido a su alto contenido en agua. Y son aún más sabrosos cuando se recogen directamente de la planta.
Para poder degustarlos, es necesario saber cómo cuidar un árbol de kiwi . Sigue leyendo para saber las necesidades que tiene esta estupenda planta de huerto.
El nombre científico del kiwi es Actinidia chinensis , una especie que se puede confundir con un árbol, como se puede ver en la imagen, pero que en realidad es un arbusto trepador. Es originario de China, pero actualmente se cultiva en gran parte del mundo. Tiene hojas simples, caducas, de color verde en el envés y de un tono más oscuro en el haz. Para conseguir frutos, necesitamos un ejemplar marcho y otro hembra , o podemos adquirir kiwis auto-polinizantes , los cuales si bien tienen un precio mayor, sólo necesitaremos uno para saborear los frutos.
Otra opción es la sembrar sus semillas en primavera , pero debido a que tendremos que esperar alrededor de 7 años para poder aprovechar su primera cosecha, no se recomienda, a menos que queramos experimentar y/o la espera no sea un problema 🙂 .
El kiwi necesita estar en una zona expuesta directamente al sol para que sus frutos maduren correctamente. También será esencial que lo reguemos muy seguido, sobretodo si estamos en verano o vivimos en un clima seco, pero evitando que la tierra, que debe ser porosa, quede encharcada.
A la hora de plantarlo en el jardín, o en maceta, tenemos que colocarle un tutor por el que pueda trepar. De esta manera, tendrá un óptimo desarrollo, lo cual garantizará una cosecha excelente.
En invierno se puede realizar la poda de formación, que consistirá en ir recortando aquellas ramas que crezcan demasiado hacia arriba. Para que nos resulte más cómoda la recolección de frutos, se recomienda tener una planta del kiwi de no más de 2m de altura. En esta estación también es importante protegerla de las heladas intensas , introduciéndolo en interior si las temperaturas bajan de los 2 grados Celsius bajo cero, o en caso contrario con una manta térmica o plástico de invernadero.
¿Te animas a tener tus propios kiwis?