Suele ocurrir que a algunas plantas se les vuelven amarillentas las hojas, el estado general decae, y no sabemos el motivo. Es importante conocer el pH tanto del agua como del sustrato que utilicemos, ya que uno de los motivos por el cual una planta empieza a retroceder sin motivo aparente, es precisamente el uso de una agua de riego inadecuada, o un sustrato que no es el apropiado para ella.
Existen en el mercado varios medidores, de diferente forma, dependiendo de para qué lo utilicemos; es decir, tenemos medidores de pH del agua, y medidores de pH del sustrato.
En la siguiente imagen se puede apreciar la Escala del pH. Es universal, aunque sí que es cierto que los medidores son mucho más precisos, poniendo el número y algún decimal (por ejemplo: puede marcar 7’8).
Algunas plantas que requieren un pH ácido son las siguientes:
- Acer palmatum
- Camelia
- Brezo
- Rododendro
- Fuchsia
- Hortensia
- Gardenia
- Liquidambar
Hay algunas plantas, como el Chaenomeles japonica (Membrillero japonés) que, aunque prefieren un pH ácido, pueden adaptarse a uno alcalino.
Y algunas de las que requieren de un pH alcalino o neutro son:
- Ceratonia siliqua
- Prunus
- Rhamnus
- Quercus ilex
- Palmeras en general
- Drácenas
- Yucas
¿Y si no tengo el agua de riego o el sustrato adecuado, qué puedo hacer?
Para bajar el pH del agua puedes hacer varias cosas:
- Añadir unas cuantas gotas de limón o vinagre a dos litros de agua.
- Hervirla y dejarla reposar una noche.
Para subirlo:
- Bastará con añadirle un poco de bicarbonato de sodio, con precaución .
Para bajar el pH del sustrato puedes mezclarlo con turba ácida. Pero es importante recalcar que de nada servirá haberlo mezclado si no usamos un agua de riego con un pH bajo (ácido).
Para subirlo, se mezcla con caliza molida.
Sabremos si una planta puede tener problemas con el pH cuando le veamos las hojas amarillentas, con los nervios muy marcados, o que la vemos crecer más lentamente de lo normal, sin fuerza.
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