Hibisco o Rosa de China

Es una flor que se destaca en cualquier jardín, ganando la atención debido a su tamaño y color . Esta flor de dimensiones generosas es la Rosa de China , también conocida como Hibisco, Cardenales, Pacífico y hasta Flor del beso.

No es la primera vez que hablamos de ella quizá porque muchos lectores quieren conocerla más o bien saber cómo cuidarla. No es para menos, es una flor de gran belleza, sencilla pero llamativa al mismo tiempo y por eso muy conocida.

Dentro del género Hibiscus, la Rosa de China es una de las más populares junto a la Rosa de Siria. Ambas son similares aunque la segunda es de hoja caduca, no así este arbusto perennifolio que regala flores en solitario, con forma de embudo y que por lo general se presenta en un fuerte color rojo aunque también hay variedades de flores rosas, amarillas o anaranjadas.

En otra oportunidad hemos hablado de las n ecesidades de esta planta luz natural, un suelo fértil, húmedo y con buen drenaje, y un clima cálido – pero hoy nos dedicamos a dos cuidados básicos para tener el arbusto siempre en buenas condiciones.

Poda de limpieza

A diferencia de otras especies, la Rosa de China necesita de dos podas. La primera es la poda de limpieza y consiste en eliminar de la planta todo aquéllos que no le sirve para su desarrollo.

La misma se realiza en invierno y permite quitar ramas muertas, secas o enfermas, rebrotes que hayan nacido a partir de la raíz, ramas cruzadas, rotas o que estén mal orientadas o bien aquéllas que sobresalen demasiado a la planta, también conocidas como chupones, y que consumen demasiada energía al arbusto.

En esta poda, también se eliminarásn las flores y frutos pasados y los rebrotes que no interesan que se desarrollen como rama de la planta.

Poda de floración

La segunda poda de la Rosa de China ocurre a finales de invierno en lugares de clima cálido o a comienzos de la primavera si el clima es templado. Es una poda que busca mejorar la floración.

Para realizar la poda de floración , hay que ser bastante drástico en los cortes pues la idea es mantener la estructura central del arbusto y de las ramas principales pues de ellas brotarán las yemas que luego darán lugar a las flores.

En el caso del Hibisco o Rosa de China, los brotes nacen en ramas que han crecido ese mismo año.


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