Hay flores de diferentes formas, tipos, tamaños, colores… Y también hay situaciones o momentos en la vida en los cuales regalar una de ellas es un detalle que valoramos.
Pero muchas veces nos surge la duda de: ¿qué flor es la más apropiada para este momento? Aunque al final regalaremos la que más bonita nos parezca, lo cierto es que inconscientemente no podemos evitar, por ejemplo, regalar orquídeas tras la llegada de un nuevo bebé, o margaritas cuando queremos ser amistosos con alguien.
Tras mucho investigar he llegado a la conclusión de que regalamos…:
- Flores rojas en la primera cita. Y blancas si son para una boda.
- Tulipanes para las despedidas.
- Girasoles (o también orquídeas) para una maternidad reciente.
- Gerberas para los cumpleaños de las personas mayores, o aniversarios.
Es imposible celebrar cualquiera de los momentos antes mencionados sin tener cerca una planta florecida que mantenga, de alguna manera, el equilibrio que sólo ella puede hacer.
En general optamos, no sólo por la flor más bonita, sino por la planta que más conocemos y consideramos que es más resistente y más fácil de cuidar , como las plantas bulbosas. Cada situación importante de nuestra vida está totalmente relacionado con un determinado ambiente, y por supuesto, con una determinada flor. Aunque también pueden haber personas la cual tengan preferencia por una única flor para cada momento de su vida, pero por lo general preferimos la variedad en este sentido.
Además, cada color tiene su significado:
- Blanco: significa pureza, candor, majestuosidad.
- Negro: está relacionado con el fallecimiento, con dolor.
- Azul: significa lealtad, seriedad, libertad, armonía.
- Rojo: es el color de la pasión, determinación, deseo, fuerza, valor, impulsividad.
- Rosa: representa la dulzura, delicadeza, esquisitez, amistad, sentimientos de gratitud.
Y tú, ¿crees que la tradición de regalar determinadas flores en momentos especiales debería de mantenerse?
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