Margarita blanca

Una de las flores que más abundan en primavera es de la que te voy a hablar a continuación. Seguro que más de una vez has jugado como cuando eras un niño/a al ”me quiere/no me quiere” con sus preciosos pétalos. Ya sabes el nombre de nuestra protagonista, ¿verdad? Es una planta muy agradecida, pero… ¿quieres saber cómo cuidar las margaritas?

Porque si lo ponías en duda, te tengo que dar una buena noticia: s e pueden encontrar disponibles para plantar en el jardín o tener en la terraza .

Margaritas

Para que nuestra margarita crezca sin problemas necesita disponer de lo siguiente:

Pleno sol

Es esencial para un correcto desarrollo de sus flores. Estas preciosas plantas tienen que estar ubicadas a pleno sol , de lo contrario pueden no florecer o, si consiguen hacerlo, las flores no se abrirán adecuadamente. Las hojas también tendrían problemas de crecimiento debido a la falta de luz, creciendo hacia abajo, sin fuerza.

Riegos ocasionales

Especialmente si se tiene en el jardín, los riegos deberán de ser ocasionales. Por lo general y dependiendo del clima, se regarán unas dos o tres veces por semana en verano, y una o dos el resto del año . En maceta tendremos que regar más a menudo, ya que el sustrato se seca más rápidamente.

Abono

La margarita agradecerá ser abonada periódicamente durante toda la temporada de crecimiento, es decir, desde primavera hasta otoño. Se puede utilizar cualquier abono o fertilizante universal para jardín , o bien uno más específico para plantas con flor u optar por abonos ecológicos como pudieran ser el humus de lombriz o el estiércol.

Margarita

La margarita es sensible a las heladas, pero si vives en un clima más bien fresco puedes podarla casi al ras (dejándole unos 5cm de tallo) hacia finales de otoño o principios de invierno, y durante la primavera siguiente brotará.

¡Que disfrutes mucho de tus margaritas!


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