Es posible que sus flores te recuerden a las de otra planta: las petunia. En realidad, están muy emparentadas, tanto es así que a nuestra protagonista se la conoce con el nombre de Petunia calibrachoa , aunque pertenecen a dos géneros distintos. De igual modo, sus colores son muy vivos, muy alegres.
Puedes tenerla tanto en maceta colgante como en el jardín, donde quedará estupenda junto con otras plantas de flores. Descubre cómo se cuida la calibrachoa , una planta muy útil para embellecer cualquier rincón.
Las Calibrachoa son un género botánico de plantas perennes más bien pequeñas, cuya altura no supera los 20cm, originarias de América del Sur. Pertenecen a la familia Solanaceae. La especie más conocida, la Calibrachoa x hybrida , es un híbrido creado a partir de especies procedentes de Brasil.
Sus hojas son pequeñas, ovaladas, con el nervio central definido, de color verde. Sus flores, sin duda su mayor atractivo, tienen forma de trompeta, y pueden ser simples o dobles, de color amarillo, rojo, rosa o naranja. Brotan desde primavera hasta otoño ; es decir, que puedes disfrutar durante nueve meses de sus colores, de su alegría.
Si hablamos de sus cuidados, es una planta muy agradecida, pero sensible al frío. Puede sobrevivir a las heladas ligeras de hasta -2ºC, pero si vives en una zona donde se registran valores más bajos, te recomiendo colocarla en el interior del hogar, en una habitación muy luminosa. El resto del año, se debe de ubicar en una zona donde le dé la luz solar de manera directa , a ser posible todo el día.
El suelo debe de tener buen drenaje, y ser ligeramente ácido. En el caso de que se quiera tener en maceta, es aconsejable usar un sustrato universal para plantas mezclado con un 20% de perlita o arena de río. Hay que mantenerlo siempre ligeramente seco, ya que no resiste en el encharcamiento. Por ello, el riego tiene que ser ocasional , unas 2 o 3 veces por semana como máximo.
Puede verse atacada por pulgones y mosca blanca en verano, los cuales pueden combatir con insecticidas químicos, o bien con infusiones de ajo (3-4 dientes en un 1l de agua) o aceite de Neem.
¿Habías oído hablar de la Calibrachoa?