Al igual que las flores pueden llegar a tener una belleza incalculable, también pueden ser igual de peligrosas por su toxicidad. Es el caso del acónito . Se trata de una de las plantas más llamativas pero a la vez venenosas que existen. Las flores tienen un gran valor ornamental y sirve para la decoración. Sin embargo, es peligroso manipularlas sin conocimiento dado que pueden llegar a intoxicarnos. Consumir esta planta puede ser muy peligroso, por lo que hay que tener cuidado con los perros.
Pertenece al género Aconitum y a la familia Ranunculaceae y es originaria de Europa. Vamos a explicarte con gran detalle todo sobre el acónito.
Características principales
Entre sus nombres comunes nos encontramos el matalobos, casco del diablo, flor azul, casco de Júpiter o vedegrande. Como pueden ver, son nombres relacionados con la toxicidad de sus flores. Y es que la razón por la que el acónito es tóxico es porque contiene una serie de alcaloides en su interior. Si se consume, es capaz de colapsar por completo el sistema nervioso y cardíaco.
Suele crecer en los pastos de alta montaña y lugares donde las temperaturas son frescas con sombra. También se le puede encontrar cerca de ríos y riachuelos donde la humedad es algo más alta. Es un hierba perenne con el tallo bastante recto y que puede llegar a crecer algo más de un metro de altura si las condiciones son las favorables. Aunque es una planta venenosa, no hay que tenerle miedo si se sabe tratar. Dado sus fuertes colores, tiene un gran valor ornamental que se debe aprovechar si se puede.
Si tenemos un jardín sin mascotas y sabemos manipularla, poniéndonos guantes y no dejando a los niños que se acerquen, no es una planta peligrosa. Al revés, podrás disfrutar y combinarla con una gran variedad de flores que harán que tu jardín sea más colorido.
Las flores son de forma alargada y tienen entre 2 y 10 pétalos. En otoño dejan caer sus hojas para luego volver a sacarlas en primavera. Las hojas son de color verde y de tipo alterna. Miden entre 5 y 7 cm de largo. El acónito echa frutos con forma de cápsula y que tiene un montón de semillas dentro. Sin embargo, como es obvio, no es un fruto comestible.
Toxicidad del acónito
La toxicidad del matalobos se debe a que posee entre un 0,2 y 1,2% de alcaloides en su interior. Posee algunas partes de la hoja y sus flores donde tiene una sustancia llamada aconitina. Esta sustancia, de la que deriva su nombre, puede ser letal. Son muchos los estudios que hay sobre el acónito que afirma que es capaz de generar problemas graves en el sistema cardíaco por una disminución de la presión sanguínea y una mala circulación. Dependiendo de la persona y su estado puede afectar de una forma u otra, pero suele dar muchos problemas.
Por el alto grado de peligrosidad que tiene esta planta, la Organización Mundial de la Salud no recomienda que se use. A pesar de ello, en el continente asiático se emplea esta planta para tratar algunas patologías como planta medicinal e incluso la incluyen en la gastronomía. Este hecho hace que haya tantos fallecimientos. Lo ideal es saber cómo tratarlas. La planta no es tóxica si no la tocas o si la manipulas con guantes y seguidamente los desechas o los lavas a fondo. Si sabes tratar la planta, podrás usar su poder ornamental sin miedo alguno, dado que la planta no nos va a asesinar con mirarla. Tendemos a cogerle miedo a todo en vez de aprender a usar la cabeza.
Efectos tóxicos
Vamos a ir describiendo los síntomas que sentimos si hemos sido intoxicados por el acónito. Dado que los síntomas no son instantáneos, puede que nos pille de sorpresa (o no). Es obvio que si hemos manipulado mal el acónito o lo hemos ingerido, hay que acudir inmediatamente al hospital.
Los síntomas aparecen después de la media hora. Se suele comenzar con un picor en la lengua y exceso de salivación. Seguidamente, se siente un hormigueo en la cara, brazos y piernas. Ahí es donde ya sabes que algo malo pasa. Puedes tener también ganas de vomitar, dificultad para respirar, baja la temperatura del cuerpo y se te adormece la boca y puede dar diarrea. Dependiendo de la cantidad ingerida y del tiempo transcurrido sin tratamiento alguno, el veneno puede llegar a matar a la persona.
Si se manipula sin guantes y se roza con la piel, afecta a las terminaciones nerviosas porque la piel absorbe la aconitina. Si se ingiere, afecta al sistema nervioso interno causando neurotropismo.
Para tratarlo hay que realizar un lavado estomacal si se ha consumido. En todo momento, lo mejor es inducir el vómito para que el estómago no tenga que lidiar con el veneno en su interior. Para mejorar la afección al sistema cardíaco se debe suministrar un antiarrítimo y lidocaína para estabilizar. Ninguna de estas acciones se debe realizar sin la supervisión de un especialista.
Usos del acónito
A pesar de que tiene estos efectos tóxicos, el matalobos es muy utilizado en algunas regiones con fines medicinales. Se puede utilizar para descongestionar las vías respiratorias y como diurético. Si se aplica de forma externa puede aliviar los dolores que produce el lumbago.
Entre las especies más importantes nos encontramos con:
Aconitum napellus
Se trata de la especie más bonita que hay del género. Aunque es tóxico, el Aconitum napellus tiene mucho poder ornamental y si se trata con cautela y con conocimiento, no hay que tener miedo de ella.
Aconitum vulparia
Esta planta también tiene toxicidad como el resto de plantas del género pero es utilizada en la ornamentación. Las recogen entre los meses de otoño y verano y las dejan secar al sol. Se guardan con mucho cuidado para, posteriormente, elaborar algunos productos medicinales.
Como pueden ver, en la naturaleza puede hacer plantas que realmente tengan un aspecto precioso, pero sean venenosas. Sin embargo, no hay que tenerles miedo si se sabe tratar con cabeza, aprendamos a valorar las plantas y a utilizarlas antes que a rechazarlas desde el primer momento.
