Existen enfermedades que, por lo general, atacan a una serie de cultivos que tienen en común que son familia, que requieren de algunas condiciones similares, etc. Sin embargo, hay algunas enfermedades que son más exactas y sólo atacan a ciertas especies. Esto es lo que pasa con la grafiosis . Se trata de una enfermedad que está afectando seriamente a las poblaciones de olmo ( Ulmus minor ). Esta enfermedad apareció por primera vez a principios del siglo XX y, desde entonces, ha demostrado ser una de las enfermedades forestales que más daño están haciendo a las poblaciones de olmo.
En este artículo vamos a contarte el origen de la grafiosis, qué daños provoca y cómo se intenta erradicar.
Origen de la grafiosis
Esta enfermedad llegó a la península Ibérica con un primer gran brote a principios de los años 80. Este brote fue inesperado y no había nada para prevenir. Apenas se conocía bien sobre esta enfermedad, pues antes nunca había pasado en la península. Por ello, la grafiosis se llevó la vida de una gran número de olmos.
Esta enfermedad se propaga por un insecto que es el principal transmisor. Muchas personas han logrado grabar a estos insectos tratando de traspasar la enfermedad de un árbol a otro. Se trata de pequeños coleópteros a los que se le conocen vulgarmente como barrenador del olmo. Estos coleópteros se instalan sobre las yemas que son más tiernas y suelen morderla para absorber la savia. Inevitablemente, con este gesto están dañando a los árboles.
Además, la hembra suele depositar los huevos en un lugar situado entre la corteza y el tronco. Para ello, tienen que formar galerías. Cuando las crías pasan la etapa de pupa, los insectos adultos van volando de un árbol a otro, transportando las esporas del hongo que son las que causan la enfermedad conocida como grafiosis.
La especie de hongo causante de la enfermedad es el verdadero agente infeccioso. Es el hongo Ceratocystis ulmi. Se trata de un hongo con características semiparásitas que desarrolla el micelio en la zona donde se encuentran los vasos conductores por los que circula la savia del olmo. De esta forma, el micelio va invadiendo toda la parte del xilema y acaba por destruir los vasos por los que circula la savia. Esto provoca que el transporte de agua y nutrientes por todo el árbol se vea interrumpido. Como consecuencia, los primeros síntomas es que se ven el interior de las ramas con líneas y manchas de color oscuro.
Síntomas y aspecto de los olmos dañados
Para ver si un olmo está dañado con la grafiosis, a simple vista se puede ver un aspecto enfermizo. Con un color más tirando a amarillento, puedes observar algunas ramas más secas, otras encorvadas, hojas marchitas, etc. Es decir, el aspecto general se puede apreciar que no está el árbol en buenas condiciones.
Este aspecto tan enfermizo deriva principalmente a la obstrucción de los vasos conductores y el envenenamiento de las hojas. Es así como, con el paso del tiempo, la enfermedad acaba por matar al olmo por completo.
Los primeros signos de enfermedad en los olmos suele aparecer a finales de junio y hasta mediados de julio. En este caso, podemos ver como las hojas comienzan a marchitarse a causa de la enfermedad. Normalmente, en esta época del año, el olmo debe estar en buenas condiciones debido a las temperaturas más agradables de la entrada del verano. Por lo general, las hojas van adquiriendo un color marrón durante el verano. Sin embargo, esto no hace que se caigan del árbol. Se mantienen en el árbol hasta final del verano, conforme van adquiriendo un tono más amarillo. Es entonces cuando llega el otoño cuando caen.
A pesar de la facilidad que se tiene al reconocer los síntomas de la grafiosis, es complicado encontrar a los insectos que la transmiten. Son insectos de un tamaño muy pequeño, de tan solo 5 mm o menos . Una de las medidas que se intenta realizar para detener a estos insectos es colocar unas cintas adhesivas para atraparlos. Al ser de un tamaño tan pequeño, cuando se dirijan a las yemas a colocar sus huevos, se quedarán pegados sin poder transferir la enfermedad al hongo.
A muchos olmos se le ha quitado la corteza para analizarlo por dentro y el resultado es un completa galería de túneles que han hecho los escarabajos a través de toda la madera del árbol.
Cómo eliminar la grafiosis
Para seguir y erradicar la enfermedad, hay que realizar diversos programas en los que se hagan controles estrictos de saneamiento del material de olmo que puede ser susceptible de ser afectado. El tratamiento con insecticidas puede servir como método de ayuda para los coleópteros no puedan alimentarse. Al principio de los años sesenta, se empleaba el insecticida DDT. Viendo lo tóxico que era y lo que contaminaba tanto el agua como el suelo, se decidió abandonarlo. Esto se tradujo en que el insecticida que más se emplea es el metoxicloro. Es el insecticida más efectivo cuando se trata de evitar que los coleópteros se alimenten.
El metoxicloro tiene buenas características que no son tan dañinas con el medioambiente. Apenas es tóxico para aves o mamíferos, no se acumula en los tejidos grasos y, lo mejor de todo, es que se degrada con un metabolismo no tóxico. Hay que tener especial atención con la fauna acuícola , por lo que es necesario tener cuidado con el uso del metoxicloro en lugares cercanos a especies acuáticas, ya que podría ser letal para ellos.
Una de las prácticas recomendables para evitar la muerte del olmo, es que no podemos las ramas en la época de floración. En esos momentos, el árbol es más vulnerable y la enfermedad puede acabar con él. Los científicos están intentando conseguir una hibridación o clonación del olmo que pueda ser resistente a este tipo de enfermedades para que no sigan muriendo y ello conlleve su extinción.
Como pueden ver, la grafiosis puede ser una enfermedad mortal para los olmos y se transmite por insectos que apenas podemos ver. Espero que con esta información puedan saber más sobre ello.