Así como los rosales pueden sufrir de algunos problemas como plagas que afectan su crecimiento y la floración. También pueden padecer enfermedades que de igual manera afectarán su desarrollo y su calidad de flores.

Las enfermedades en las rosas pueden ser de 3 tipos: producidas por hongos, por bacterias o producidas por virus. Las enfermedades producidas por hongos son las más frecuentes, mientras que las producidas por bacterias y virus son más raras.

Las enfermedades más frecuentes son:

  • Oidio: El oidio, también conocido como mal blanco, es una de las enfermedades más frecuentes en los rosales. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de un polvo blanco en las hojas, flores y tallos del rosal. Generalmente producen una decoloración en las hojas, hasta generar que estas se sequen y se caigan.  Para controlar este tipo de enfermedades debemos anticiparnos a que aparezca el polvo blanco. Puedes aplicar azufre, durante las horas de la mañana o las ultimas de la tarde, en el suelo para frenar los ácaros.
  • Mildiu: al igual que el oidio, el mildiu es una de las enfermedades más comunes y perjudiciales para las rosas. Esta enfermedad se caracteriza porque en las hojas de las rosas empiezan a aparecer manchas amarillas y una especie de moho gris. Esta enfermedad es más común en épocas de mucha humedad y lluvia y se transmite rápida y fácilmente a las otras hojas y plantas por lo que es muy importante tratarlo a tiempo. Para controlarlo debemos evitar su aparición con fungicidas sistémicos.

  • La Roya: Si tu rosal está sufriendo esta enfermedad seguramente ya lo habrás detectado. La roya se caracteriza por presentar en la parte de atrás de las hojas una serie de bultos de color naranja, sin embargo durante el verano no serán naranjas sino bultos negros. Las hojas que han sido atacadas se debilitarán y acabarán cayendo. Aunque es fácil evitar esta enfermedad, y se puede tratar con los mismos tratamientos usados con el oidio y mildiu, le recomiendo utilizar productos específicos para tratar la roya. Recuerde que las hojas que ya han sido afectadas no podrán ser curadas, pero si podemos prevenir que otras se contagien.

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