A todos nos gustaría tener unas plantas siempre sanas, libres de plagas, pero lamentablemente hay algunas épocas del año durante las cuales hay algunos parásitos e insectos que no dudan en alimentarse de ellas. Una de las más comunes es la cochinilla algodonosa , llamada así porque, al tocarla, nos recuerda bastante al algodón. Es muy, muy ‘suaves’, y también muy frágil.
La podemos ver en cualquier tipo de planta, pero sobretodo en aquella que esté sufriendo estrés térmico y/o hídrico, es decir, aquella que esté pasando calor y/o que tenga sed o que por el contrario tenga un exceso de humedad. Pero, ¿cómo combatirla?
Estos insectos pueden causar mucho daño a las plantas, las cuales están ya de por sí débiles. Normalmente nos solemos centrar en eliminar la cochinilla, pero también es muy importante evitar que vuelva a aparecer . Me explico: no sólo tenemos que combatir al insecto, sino que además es conveniente averiguar por qué apareció y, una vez sabido, solucionarlo. Por ejemplo: si la planta está con la tierra muy seca, lo que haremos será aumentar la frecuencia de riegos; si por el contrario está muy húmeda, regaremos menos.
Hacer estos cambios es muy importante, ya que de lo contrario lo más probable es que las cochinillas algodonosas volviesen a aparecer. Y en ese caso la vida de la planta correría un -aún más- serio peligro.
Cómo combatir la cochinilla algodonosa
Estos insectos se pueden eliminar de dos formas: con insecticidas químicos de Clorpirifos, o bien con remedios naturales , como por ejemplo:
- Humedecer un bastoncillo de las orejas con agua y alcohol isopropílico.
- Plantar en la maceta un diente de ajo.
- Recoger 100 gramos de hojas verdes de ortigas y ponerlas en agua durante unas semanas, hasta que fermente. Después, se aplica con un pulverizador.
- Si son pocas o si la planta es pequeña, se pueden quitar con la mano.
- Tratar con aceite de parafina.
Como ves, hay varias formas de combatir las cochinillas. Y tú, ¿cómo tratas tus plantas cuando tienen esta plaga?
