Seguramente te hayas preguntado alguna vez cómo cuidar un cactus . La mayoría de nosotros compramos cactus pequeños, de los que vienen en macetas de 5’5cm de diámetro, por ser económicos, y sobretodo muy bonitos, muy monos ya que incluso algunos dan flor de cactus que es preciosa. Aún y teniendo espinas, nos tienen enamorados a más de uno.
Pero los cuidados que necesitan estos pequeños no son tan distintos a los que necesitan los cactus adultos que ya están plantados en el suelo. Y no son pocos los problemas que pueden surgir si lo mimamos demasiado, o si por el contrario dejamos que se cuide solo. Para evitar problemas, a continuación te vamos a enseñar cómo cuidar un cactus para mantenerlo sano.
Clima en su hábitat
Para entender cómo se cuidan los cactus en su hábitat natural hay que saber cómo es el clima de allí. Por ejemplo, hablemos del conocidísimo Saguaro, el cactus más alto del mundo que vive en Sonora (México). La arena del desierto no tiene apenas nutrientes, lo cual quiere decir que a las plantas sólo les sirve de sujeción .
La poca comida que puede haber en la arena, las raíces no pueden absorberla, ya que necesitan un elemento esencial: el agua . Y, ¿de dónde viene el agua? De los monzones, en este caso, del monzón mexicano.
Los monzones son vientos estacionales que se deben al desplazamiento de la línea ecuatorial. En verano, al soplar de sur a norte, vienen cargados de lluvias. En invierno son vientos que vienen del interior que son secos y fríos.
El monzón en América del Norte y en México se define como ”monzón húmedo”, ya que se caracteriza por lluvias breves, pero torrenciales, haciendo así que haya una humedad ambiental lo suficientemente alta para que las plantas puedan absorber el agua, la cual dicen que es una de las más nutritivas del mundo.
¿Cómo cuidar un cactus pequeño?
Sabemos que durante unos meses tienen agua suficiente , y que la arena básicamente sólo les sirve de sujeción. Lo ideal sería que en cultivo tuviesen como sustrato cualquier material drenante, ya sea perlita, bolitas de arcilla,… con muy poca turba, y abonar seguido. Ahora bien, como no todos tenemos la suerte de poder vivir en México, podemos utilizar la siguiente mezcla: turba negra, perlita y un poco de abono orgánico o de liberación lenta.
Y en cuanto al riego, creo importante decir que el mito de que los cactus no necesitan apenas agua no es del todo cierto . Un cactus que está creciendo no tiene apenas agua en su interior, por ello, es muy importante regarlo cada vez que el sustrato esté seco. Y un cactus adulto, que de joven se ha cuidado debidamente, aunque esté plantado en tierra necesitará seguir bebiendo agua y, una vez que agote sus propias reservas, no tardará en mostrar síntomas de debilidad (ahí es cuando surgen problemas como pudrición del tallo, hongos en la parte superior del cactus,…).
Tan importante como el agua es el abono. Tanto el agua como el abono deberían ir ”de la mano” . Por ejemplo: hay abonos que en la etiqueta dice que es conveniente aplicarlo cada semana. Si vivimos en un clima que es seco y cálido en verano, seguramente debamos regar semanalmente. Entonces podremos aprovechar y en la misma agua de riego, echar el abono.
Los cactus lo agradecerán. ¿Tienes alguna duda sobre cómo cuidar un cactus?
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