Hay muchas plantas que a lo largo de sus vidas o tras la floración producen varias réplicas genéticamente idénticas a ellas para perpetuar la especie: sus hijuelos. Y es que, el método de reproducción tradicional a veces no da el resultado que esperan. Por eso, algunas especies se las han ingeniado para asegurarse así su descendencia.
Estas copias se pueden separar y plantar en una maceta o en otro rincón del jardín, casi sin dificultad, consiguiendo ampliar nuestra colección sin necesidad de gastarnos dinero. Es, pues, muy interesante saber qué es un hijuelo , ¿no te parece? 😉
¿Qué es un hijuelo en botánica?
El camino de la evolución puede llegar a ser muy larga, de varios miles de millones de años o bien muy corto si esa especie no consigue adaptarse a las condiciones cambiantes de su origen. En el caso concreto de las plantas, a ellas la realidad es que no les ha ido nada mal: por supuesto, son muchas las que se han extinguido, pero son muchas más las que han sobrevivido de algún u otro modo.
Una de esas formas de adaptación es produciendo réplicas que nacen en la base de los tallos de muchas plantas . Estas comienzan su vida a partir de los tallos de su ‘madre’, pero con el paso de los días y sobretodo de las semanas van produciendo su propio sistema radicular, el cual hay que dejar crecer un poco antes de separarlo del de la planta madre con el fin de que pueda enraizar mejor cuando sea trasplantada a una maceta o plantada en el suelo.
¿Cuáles son las plantas que producen hijuelos?
Conseguir una nueva planta idéntica a la nuestra sin movernos de casa es realmente sencillo, ya que son varios los géneros que producen hijuelos, como por ejemplo los siguientes:
Agave
Las plantas del género Agave son de las que resisten mejor la sequía del mundo. Producen hojas coriáceas, con o sin espinas, de colores que van desde el verde hasta el variegado. Además, lo único que quieren es sol, poca agua, y una tierra que tenga buen drenaje.
Aloe vera

¿Quién no conoce al Aloe vera o sábila? Es la especie más popular del género por sus interesantes propiedades medicinales, y también por lo fácil que es de cuidar. De hecho, solo tienes que ponerlo en semisombra y regar de vez en cuando .
Ananas comosus
O mucho, mucho más conocida como piña o planta de la piña. Esta es una planta perenne que pertenece a la familia de las bromelias que, como sabemos, produce un fruto que está delicioso en ensaladas, o incluso como helado. Para cultivarla se precisa un sitio soleado y regarla de forma moderada.
Clivia miniata

La clivia es una preciosa herbácea rizomatosa que produce unas inflorescencias de color rojo-anaranjado muy llamativo. Ponla en semisombra, dale algunos riegos y verás qué bien se te da 😉 .
Bromelias
Todas las bromelias son plantas que, además de producir flores muy atractivas para la vista, producen varios -o numerosos- hijuelos durante o poco después de la floración. Además, se pueden tener en interior.
Haworthia
Las crasas del género Haworthia son aquellas que producen rosetas de hojas coriáceas, a menudo delgadas, y numerosos hijuelos. Son muy interesantes, pues se pueden cultivar en macetas durante toda su vida , en un lugar a resguardo del sol directo. Precisan riegos de moderados a escasos.
Pandanus utilis

imagen – Wikimedia/Toffel
El pandano es un arbusto o arbolito ideal para jardines tropicales y subtropicales, y también para tener dentro de casa en una habitación luminosa. Requiere riegos más bien escasos y una tierra con excelente drenaje .
¿Cuándo y cómo separar los hijuelos?
Separar los hijuelos de la planta madre es, en la mayoría de las ocasiones, muy sencillo. Lo que hay que hacer es esperar a que tengan un tamaño manipulable y, en primavera o verano separarlos con la ayuda de un cuchillo si es necesario (en suculentas se puede hacer con las manos sin problema).
En el caso de que sean plantas que están en macetas, lo ideal es sacarlas y separar los hijuelos con cuidado, quitando todo el sustrato posible. De esta manera, nos será mucho más sencillo lograr que nuestras nuevas plantitas salgan adelante.
Una vez estén separados los hijuelos, hay que plantarlos en macetas individuales con sustrato con buen drenaje (podemos mezclar por ejemplo sustrato universal con perlita a partes iguales, o rellenarlo simplemente con vermiculita ), y mantenerlos protegidos del sol. En el caso de que sean plantas que deban de estar expuestas al astro rey, iremos acostumbrando los hijuelos poco a poco y de forma gradual ya que así evitaremos que se estropeen.
Los regaremos cada vez que sea necesario, es decir, cada vez que la tierra se seque, sin mojar las hojas. Pasado un tiempo, cuando hayan reanudado su crecimiento, podremos empezar a abonarlos.
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