Eurya

Bonsái de Eurya

Los injertos son ramas procedentes de plantas que pertenecen a la misma familia botánica que aquella que se va a injertar. Es una excelente manera de conseguir que de un sólo árbol obtengamos diferentes frutos, o en el caso que nos ocupa, nos servirá para adelantar nuestro trabajo .

Pero como no todos son iguales, veamos qué tipos de injerto en un Bonsái hay.

Bonsái de Azalea

Bonsái de Azalea

Podemos distinguir tres tipos de injertos: de yema, lateral y de corona . Dependiendo de cuál queramos realizar, habrá que proceder de una manera u otra.

¿Cómo realizar el injerto de yema?

También llamado de escudete, consiste en cortar la yema que no nos guste, haciendo un corte lo suficientemente profundo para que la savia quede visible, y colocar otra en su lugar atada con cuerda de rafia .

Es muy recomendable hacerlo hacia finales de invierno , pues así con la llegada de la primavera tendremos muchas más probabilidades de éxito.

¿Cómo realizar el injerto lateral?

El injerto lateral se realiza haciendo una muesca de unos 5cm de profundidad en la parte baja del tronco de nuestro árbol, cortando una rama en bisel e introduciendo ésta en el tronco . Pasados unos meses, el injerto habrá quedado bien sujeto por lo que, en caso de que se tengan que hacer trabajo de diseño, se podrán llevar a cabo sin problema.

Este tipo de injerto se hará en verano , en árboles de hoja perenne.

¿Cómo realizar el injerto de corona?

El injerto de corona consiste en insertar un tallo bajo la corteza del árbol. Para ello, se tiene que quitar parte de la corteza a la rama haciendo un corte oblicuo, y luego una hendidura en la planta que queremos injertar. Ésta tendrá que ser de unos 5cm de profundidad para que el injerto entre bien en contacto con la savia del portainjerto , es decir, del bonsái.

Procederemos a hacer injertos de corona en primavera , cuando el árbol ya haya reanudado su crecimiento.

Bonsái de Acer buergerianum

Bonsái de Acer buergerianum

Injertar un bonsái nos permite adelantar mucho nuestro trabajo, por lo que… ¿por qué no ponerse manos a la obra? 🙂


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