Bosque de olivos

El Bonsái de Olivo es una de las mejores opciones para empezar con buen en este mundo. Es una planta resistente, a la que se puede cultivar en turba negra sin problemas, y además, se le puede controlar el crecimiento muy fácilmente. Soporta la poda, la sequía, las altas temperaturas… En definitiva, es una planta todoterreno .

Pero, ¿cómo se cuida el Bonsái de Olivo?

Bonsái de olivo

Para tener un Bonsái de Olivo realmente espectacular, es aconsejable tener en cuenta lo siguiente:

  • Ubicación : es un árbol que debe de estar en el exterior, a pleno sol. En el caso de que en invierno la temperatura baje de -3ºC, se tendrá en el interior en una habitación donde entre mucha luz natural, lejos de las corrientes de aire.
  • Riego : dependerá del sustrato escogido y de la estación del año en la que nos encontremos. Por ejemplo: si lo tenemos en sustratos muy porosos, como puede ser akadama, en verano es probable que tengamos que regar entre 2 y 3 veces por semana; en cambio, si lo tenemos en turba negra con un poco de perlita, bastará con 2 veces/semana por esa misma época.
  • Sustrato : puede ser 100% akadama, 70% akadama con 30% kyriuzuna, o turba negra mezclada con 20% de perlita.
  • Abonado : desde primavera hasta otoño se puede abonar con cualquier abono para bonsáis, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
  • Poda : a final del invierno, se debe de podar para darle forma, quitando aquellas ramas que sobren, y recortando las demás quitándoles de 2 a 3 pares de hojas.
  • Estilo : el que más te guste. Se adapta a la mayoría de estilos de bonsái. Los más apropiados son Shakkan (un sólo tronco ligeramente inclinado), Sokan (tronco principal un poco inclinado con una rama baja) y Moyogi (tronco que realiza algunas curvas). En este otro artículo tienes más información sobre los estilos.
Bonsái Olivo

Así pues, ¿te animas a tener un Bonsái Olivo?


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