El baobab es un árbol originario de África y América que se caracteriza por poseer un tronco muy ancho y unas ramas que son muy cortas en proporción a este. Cuando buscamos imágenes por Internet o las encontramos en un libro es muy habitual verlo sin hojas, lo cual nos podría llevar a pensar que no las tiene, pero nos equivocaríamos, ya que su follaje es muy bonito como puedes comprobar en la imagen superior.
Pero, ¿es posible tener un bonsái de baobab? Hay quien diría que no, pero a mí me gustan los retos (de jardinería). Si a ti también, a continuación te diré cuáles son los cuidados que debes de proporcionarle a tu árbol convertido en bonsái.
¿Cuándo y cómo se siembra?
Vamos a empezar por el principio. Como no es habitual encontrar el baobab a la venta, pero sí que es relativamente fácil encontrar semillas en tiendas online, lo ideal será comprar estas en primavera o verano y proceder a hacer lo siguiente :
- Primero, rellenamos una botella térmica con agua caliente -a unos 38 o 39ºC-.
- Segundo, metemos las semillas y las dejamos ahí durante 4 horas.
- Tercero, rellenamos una maceta de unos 10,5cm con vermiculita y regamos.
- Cuarto, colocamos 2-3 semillas sobre la maceta y las cubrimos con una fina capa de vermiculita.
- Quinto, volvemos a regar y colocamos la maceta en el exterior, a pleno sol.
- Sexto, vamos regando para que la vermiculita no pierda la humedad.
En un mes como máximo germinarán, pero no hay que trasplantarlas hasta que no pase 1 año.
¿Cómo hacerlo bonsái?
Para hacer del baobab un bonsái hay que proceder de la siguiente manera :
- Pasados 3 años tras la siembra, en primavera le cortaremos un poco la raíz pivotante, que es la más gruesa de todas, dejándole raíces por arriba con un serrucho previamente desinfectado y sellando el corte con azufre sublimado.
- Después, lo vamos regando 2-3 veces por semana en verano y cada 15-20 días el resto del año (nada en invierno), y lo abonamos durante los meses cálidos con un abono específico para bonsáis líquido como este de aquí .
- Con 4-5 años lo podremos ir podando, quitándole las ramas que se entrecrucen, aquellas que se dirijan hacia nosotros y recortando aquellas que estén creciendo demasiado. Este trabajo se tiene que hacer a finales de invierno, antes de que el árbol brote.
- Cuando el tronco tenga un grosor de unos 2-3cm podremos trasplantarlo a una bandeja de bonsái con akadama mezclada con un 30% de kiryuzuna a finales de invierno.
- A partir de aquí, podremos ir trabajándolo para darle el estilo vertical formal (tronco recto con copa más o menos triangular), que es al que más se ajusta. Para ello, solo tendremos que ir recortando las ramas que estén creciendo en exceso y trasplantándolo cada 3-4 años.
¿Qué te ha parecido este reto? ¿Te animas a llevarlo a cabo?