
¿Te gustaría tener un flamboyán pero no tienes suficiente espacio para que pueda desarrollarse bien? Pues tengo la solución perfecta para ti: trabájalo como bonsái . No te voy a engañar: no es un árbol especialmente popular en este mundo de los árboles en miniatura, pero… se utiliza.
La cuestión es: ¿cómo lo hacen? ¿Cómo podemos conseguir un bonsái de flamboyán?
Lo primero y más importante que hay que hacer es, por supuesto, adquirir un flamboyán . Pero tendremos un pequeño problema: los flamboyanes que se venden en los viveros normalmente ya miden 2-3m y tienen un grosor de tronco de 3-4cm, es decir, que son árboles para jardín. Se podría rebajarles la altura, pero el corte que se le quedaría haría que el futuro bonsái se viese un poco mal 🙂 .
Para evitarlo, te recomiendo más reproducirlo por semillas, esquejes o acodo aéreo. En estos dos últimos casos, la rama debe de ser de 1-2cm de grosor. Si no sabes cómo hacerlo, en este otro artículo dedicado a este magnífico árbol te explicamos paso a paso cómo proceder. Una vez tengamos nuestro futuro bonsái, será el momento de trabajarlo. Pero, ¿cómo? Bueno, para no complicarnos mucho, le iremos dando un estilo natural , esto es, tal y como se vería en la naturaleza. Así más o menos:
La copa, como vemos, es aparasolada, el tronco ligeramente inclinado y con 2-3 ramas principales. Pues bien, esto es lo que tenemos que conseguir. Para lograrlo, es esencial que mientras es jovencito (sería, más o menos, al segundo año de edad si lo hemos sacado de semilla) le quitemos las dos-tres primeras hojas que crecen de lo que será la rama principal . Así, le obligaremos a sacar nuevas ramas.
A partir de entonces, lo que haremos será recortar las ramas para que el árbol no crezca tanto en altura, dejando crecer 4-6 brotes -hojas y/o ramas secundarias-, y quitándole 2-4. Todo ello se tendrá que hacer teniendo el árbol plantado en una maceta cada vez más grande (40-45cm de diámetro), hasta conseguir que el tronco mida como mínimo 2cm de grosor. Poco a poco, veremos que nuestro futuro bonsái va tomando forma.
Pasado un año, ya podremos empezar a hablar de trasplantes a macetas cada vez menos profundas y de la poda de raíces. Ambas tareas se tienen que hacer el mismo día, a comienzos de primavera. Parecen complicadas, pero no lo son tanto 😉 . Hay que hacerlo de la siguiente manera:
- Extrae el árbol de la maceta.
- Quita el sustrato, todo lo que puedas, dejando las raíces limpias.
- Recórtalas un poco (no más de 3cm).
- Planta tu flamboyán en un tiesto de 20cm de altura, con sustrato muy poroso (aconsejable usar akadama, pero puedes usar turba negra mezclada con perlita).
- Riega.
Al año siguiente, habrá que proceder de la misma manera, pero esta vez, recortando las raíces 5cm y plantando el árbol en un tiesto menos profundo.
Después, al tercer año, se podrá plantar en una bandeja de bonsái , dándole un estilo shakkan (ligeramente inclinado), o chokkan (vertical formal).

Y listo. Luego será cuestión de mantener el estilo mediante pequeñas podas, tanto de ramas como de raíces, para que el árbol pueda verse espectacular en su tiesto de bonsái.