La pera es una de las frutas que más se consumen y más apreciadas son por los consumidores debido a que son muy nutritivas, deliciosas y jugosas. Es muy demandada en muchas formas, tanto para postres como para dulces y cócteles de fruta. Por ello, vamos a dedicarle este post al árbol que produce la pera: el peral.
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Origen del peral
El peral pertenece al género Pyrus y a la familia de las rosáceas. El peral comparte familia con el manzano (de ahí a que siempre la pera y la manzana estén juntas). Existen muchas variedades de perales que se conocen y cada tipo tiene su característica especial. En un principio, el peral surgió en los climas templados de Europa y África, donde su cultivo se fue extendiendo gracias al aprovechamiento y comercialización de sus frutos. Una vez que las peras se iban haciendo cada vez más conocidas, demandadas y consumidas, las semillas del peral también se fueron comerciando y extendiendo cada vez más.
Hoy en día las variedades de pera que se conocen son el resultado de procesos de selección que se han realizado entre los perales silvestres y los asiáticos. Ya no tienen nada que ver con aquellos perales de Europa y África.
Características del peral
Normalmente los perales son árboles de tamaño mediano que pueden llegar a medir entre 10 y 20 metros de altura. Dependiendo de la variedad pueden ir entre esa altura. El peral es un árbol que se ha llegado a extender por todo el mundo, aunque principalmente, estos árboles necesitan de climas más húmedos y frescos, pero con veranos bastante cálidos. En la naturaleza, las zonas más apropiadas para el peral son aquellas zonas que están abiertas, donde el suelo posee un buen drenaje Si se quiere cultivar los perales se deben de evitar todas aquellas áreas con valles cerrados.
En cuanto a las raíces del peral con del tipo leñosas y profundas. Su tronco es recto y tiene la corteza de un color gris pardo y está agrietada. La copa del árbol es, normalmente, alta y estrecha con hojas de forma ovalada que se van presentando de forma alterna en las ramas. Una cosa que tienen las hojas es que tienen color verde en el haz y sus pecíolos son amarillentos.
Cuando el peral florece, sus flores parecen racimos que nacen en distintas partes de un eje. Normalmente tienen 5 pétalos de color blanco y sus estambres tienen una coloración más púrpura. Una curiosidad de las flores del peral es que son hermafroditas.
La fruta del peral
La pera es el fruto del peral y es, junto a la manzana, uno de los frutos más consumidos y demandados en todo el mundo. Se emplean en cócteles de fruta, en zumos, en dulces, etc. La pera es muy famosa y apreciada por todos. Tienen forma redondeada y son grandes, jugosas y carnosas. En general, la variedad más consumida es la que produce el pyrus communis , una de las variedades más extendidas del peral.
La pera también es muy consumida y apreciada por su delicado sabor y por sus propiedades nutritivas. Cuando comemos pera ingerimos e introducimos en nuestro cuerpo vitaminas del complejo B-B1, B2 y niacina. Todo esto nos ayuda a regular el sistema nervioso, mejora nuestro aparato digestivo y nos ayuda a fortalecer el músculo cardíaco. Además, también posee vitaminas A y C, aparte de minerales como calcio, fósforo, magnesio, potasio y cobre.
Cuando se producen las peras y se destinan a su consumo, lo principal es para comérsela como postres. También se comercia enlatada en almíbar o con una leve cocción que sirve como elaboración de postres y compotas. También se emplean en algunos tipos de dulces y tartas y se usa para la fabricación de mermeladas.
Cómo se cultiva el peral
Como se ha mencionado antes, el peral es un árbol que prefiere climas templados, más húmedos y frescos aunque con veranos más cálidos. Por ello, si queremos cultivarlo, tenemos que tener en cuenta algunas condiciones básicas. El peral es un árbol capaz de llegar a resistir unas heladas de hasta -20 grados en la época de reposo vegetativo. Sin embargo, si la helada se produce en primavera, cuando se encuentra en época de floración, el peral no aguantará la helada y morirá. Es por eso, que para cultivar el peral, tenemos que tener en cuenta algunas de las condiciones ambientales del lugar donde lo vamos a hacer.
En cuanto al suelo en el que vamos a cultiva el peral, tiene que estar bien abonado, a partir de abono orgánico hecho con una combinación de estiércol, potasio y fósforo. El suelo que es más apto para el cultivo del peral son aquellos que son más arcillosos debido a que disponen de un buen drenaje. El drenaje de agua es vital para la supervivencia del peral, por lo que si cultivamos el árbol en un suelo franco cuya porosidad y permeabilidad no sea muy buena, tendrá déficit de agua aunque lo reguemos con frecuencia. Por las características de sus raíces, se recomiendan suelos profundos y con un pH básico de 6 o 7.
Una vez hemos plantado los perales, debemos de regar por primera vez unos 10 litros de agua por cada planta. Posteriormente el riego debe de ser regular pero no excesivo. Esto se debe a que los perales son plantas muy sensibles tanto a las sequías como a los excesos de humedad. Si el árbol durante su crecimiento ha experimentado irregularidades en la cantidad de agua que dispone dará frutos más pequeños de los habituales.
Reproducción y mantenimiento de los perales
Si queremos reproducir los perales tenemos que hacerlo a partir de injertos de yemas que se tendrán que realizar en otoño. Estos injertos deben de tener como patrones a los membrillos u otros perales para que funcionen bien y se puedan reproducir. Es necesario que, cuando hagamos el injerto, se respete una distancia de 3 metros entre cada árbol plantado para que las ramas no invadan el espacio de cada uno ni tengan excesiva competencia por los recursos.
Una vez que colocamos nuestro injerto es necesario que se recubra la base con un mantillo orgánico que ayude a su crecimiento. Hoy en día el peral se reproduce en los cultivos de esta forma, ya que es mucho más rápida y eficaz. Ya no se utilizan métodos de reproducción como los esquejes o la tradicional plantación por semillas de peral.
Ahora pasemos a la recolección de los frutos. Tenemos que tener en cuenta algo muy importante. Las peras no tienen que estar maduras para recogerlas, sino que se debe de comenzar la recolección de las peras en cuanto empiecen a variar el color de su cáscara del verde oscuro al claro. Una vez ahí ya es posible comenzar a recoger las peras. Otro indicador para conocer si la pera se puede recolectar ya, es cogiendo el fruto, retorcerlo suavemente y lentamente y si se desprende con facilidad, es porque están listos para su recolección.
Para el mantenimiento del peral tenemos que realizar podas que tendrán que respetar a la poda inicial en los árboles jóvenes. Esta poda inicial se realiza cuando la altura del árbol alcanza los 80 centímetros. Es entonces cuando se tiene que despuntar de tal modo que favorezca el crecimiento de las dos ramas principales. Conforme las dos ramas principales se van desarrollando, realizaremos la podrá en los brotes de las ramas secundarias. También se realiza una poda de forma más regular en aquellos árboles que ya tienen 3 o 4 años cuando finalice la cosecha. Con esta poda estamos favoreciendo la salud de la planta y además fortalecemos la próxima floración.
Las variedades de pera más conocidas en España son:
- Blanquilla
- Ercolini
- Limonera
- Buen Cristiano William´s
- Conferencia
- Buena Luisa de Arranches
- Decana de los Comicios
- Bartlett
Polinización del peral
El peral se poliniza mediante insectos a través de una polinización cruzada. Para su reproducción natural son necesarios los polinizadores, ya que no son completamente autofértiles. Aunque los perales tengan una tasa de floración bastante abundante, los frutos que generan corresponden a menos del 20% de las flores. Debido a que la polinización más adecuada es la cruzada, debemos tener dos perales distintos pero que sean compatibles. La mayoría de las variedades de perales requieren de un segundo ejemplar para polinizarse bien.
Requisitos para la plantación del peral
A modo de resumen enumeramos los requisitos necesarios para una buena plantación del peral con un éxito asegurado:
- El peral requiere de un clima templado, soleado, húmedo, fresco y que no tenga heladas en primavera.
- El suelo debe de ser arcilloso y poroso para un correcto drenaje. También puede crecer en suelos arenosos.
- El injerto óptimo del peral es con un patrón del membrillero, puesto que da lugar a árboles más pequeños que facilitan su recolección e inducen a la floración más rápida.
- Se recolecta la pera cuando cambie de color de verde oscuro a claro, o bien cuando al retorcerla se desprenda fácilmente.
Con esta información podemos saber más sobre las peras y el peral y poder cultivar nuestras propias frutas.