Los
Ficus
son plantas muy populares como
plantas de interior
, o incluso en jardines en forma de setos, como ejemplares aislados o incluso como bonsái. Hay numerosas variedades, y todas ellas tienen hojas muy decorativas. Además el fruto, el higo, es comestible para muchas especies, incluida la humana.
Sepamos algo más sobre ellos.
Los Ficus viven en las selvas tropicales y subtropicales de todo el globo, llegando hasta el mediterráneo. Los hay que crecen como árboles, como el Ficus robusta , o bien que crecen como trepadoras, como el Ficus benghalensis (más conocido como Higuera estranguladora, originario de la India).
Su mantenimiento y cultivo es el siguiente:
-Como planta de interior
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Ubicación: colocar al Ficus en una habitación muy iluminada.
- Riegos: no dejar secar el sustrato entre riegos, teniendo cuidado de no encharcarlo.
- Sustrato: turba negra, o turba negra con perlita al cincuenta por ciento.
- Abono: cada 15 días de marzo a septiembre (se puede abonar en octubre si vivimos en un clima cálido).
-Como planta de jardín
- Se deberá de colocar a pleno sol, aunque tolerará la semisombra.
- Si lo formamos como seto, se podrá ir podando durante toda la época de crecimiento, para mantener la forma que queramos.
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Abono: una vez por semana de marzo a octubre, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Nota importante: si lo utilizamos como árbol frutal, deberemos abonarlo con un abono específico para este tipo de árboles.
Suelen verse afectados por pulgón y cochinilla, los cuales se podrán erradicar usando productos específicos.
Hay muchas especies de Ficus que necesitan mucho espacio para crecer, pudiendo llegar a medir unos seis-siete metros de altura y unos cinco o seis de anchura. Por ello, se deberán de plantar en terrenos lo suficientemente espaciosos para poder admirarlos en su plenitud.
Más información – Plantas de interior decorativas