¿Te apetecen unos higos recién cosechados? Están muy, muy ricos y se pueden recolectar durante todo el verano, incluso en otoño si el clima es suave. Y, aunque se trate del mismo higo, hay quien dice que no sabe igual si te lo comes en el jardín, que si lo haces dentro de casa. Es curioso, ¿verdad? No sabemos si hay algo de científico en esto, lo que sí te puedo decir es que no hay nada como sembrar y cuidar tu propio alimento .
Así pues, vamos a ver cómo plantar una higuera .
La higuera es un árbol que mide unos 5-6m, y con el tiempo su copa alcanza unos 5m de diámetro, especialmente si es una planta que se deja crecer libremente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se puede podar durante la primavera (antes de que sus yemas despierten) para mantener su crecimiento controlado.
Cuando queramos plantarla en su ubicación definitiva, esperaremos a que llegue el verano , pues los Ficus son plantas de origen tropical y subtropical, que sobrellevarán mejor este tipo de trabajos en los meses más cálidos del año.
A la hora de trasplantarla tenemos que hacer lo siguiente:
- Un agujero de plantación como mínimo de 50x50cm (lo ideal sería de 1x1m). Es muy importante que el sitio donde vayamos a plantar nuestra higuera, esté a una distancia mínima de 5m de tuberías, suelos, etc., y que esté expuesta directamente al sol.
- Mezclar la tierra que hemos sacado con un poco de abono orgánico (humus de lombriz, por ejemplo) y perlita.
- Echar un cubo de agua al agujero.
- Extraer la higuera de su maceta e introducirla en lo que será su nueva ”casa”. Si vemos que va a quedar baja, echaremos un poco de tierra mezclada.
- Rellenamos el agujero.
- Y volvemos a regar.
Sencillo, ¿a que sí? Si en tu zona hace mucho viento, puedes ponerle un tutor para que tenga un óptimo desarrollo.
Dentro de muy poco tiempo podrás cosechar tus propios higos.