El ficus se ha transformado en uno de los árboles más populares del mercado quizá porque es muy poco exigente. Se asoma en jardines, balcones y terrazas, se desarrolla y extiende durante la primavera y el verano pero en el otoño y el invierno es noble pues sus hojas permanecen casi intactas para soportar las inclemencias del tiempo sin verse afectadas.
Es uno de los árboles de hoja perenne fácil y por eso un gran elegido por todos aquéllos que desean conservar el verde durante todo el año. No es el único, comparte la escena con sauces o abedules, todos árboles que se adaptan a las condiciones climáticas sin perder sus hojas.
Perennes y resistentes
Cuando se habla de perenne se hace referencia a la capacidad de conservar las hojas durante todo el año . También llamados perennifolios , los árboles de hoja perenne renuevan sus hojas poco a poco y es por eso que no es necesario que en un momento del año caigan para que crezcan otras nuevas. El proceso es paulatino pero efectivo: mientras que algunas hojas crecen las otras van cayendo en un proceso que no tiene fin.
A pesar de compartir esta característica, hay diferentes tipos de árboles de hoja perenne.
Árboles de hoja perenne ancha
Aquí se agrupan el ficus y algunos árboles frutales como el naranjo aunque también el magnolio, el sauce, la encina, el olivo o el eucalipto , todos árboles de hojas muy anchas que por lo general también son generosos en tamaño.
Sí, son grandes y robustos y las hojas fuertes y nobles por lo que se mantienen siempre en la copa renovándose sin inconvenientes. La mayor parte de ellos son de clima tropical aunque también hay algunas especies cuyos hábitats naturales son de clima templado.
Árboles de hoja perenne con hojas escama
Para comprender mejor esta subcategoría basta conocer algunas especies que la integran como las coníferas, entre ellas pinos, alerces, cipreses y tejos . Se trata entonces de aquéllos árboles cuyas hojas alargadas, rígidas y puntiagudas se conservan durante todo el año.
Muchos de ellos coinciden además con hábitats templados o fríos, zonas de montañas o bosques como Siberia, Alaska o el cordón montañoso sudamericano.