Laburnum

Este es uno de esos árboles de los cuales parece que llueve oro. Sus preciosas y pequeñas flores amarillas cubren toda la planta , haciendo que se vea espectacular.

Conoce los cuidados de la Lluvia de oro , una especie ideal para dar color a tu jardín.

Laburnum anagyroides

El árbol Lluvia de oro, conocido científicamente con el nombre de Laburnum anagyroides , es una planta de hoja caduca que crece hasta una altura de siete metros. Sus hojas son de color verde claro, trifoliadas.  Tiene un crecimiento rápido si el clima es más bien templado, pero lento si es caluroso con temperaturas superiores a los 30º.

Este es uno de los mejores candidatos para tener en aquellos jardines donde no haya niños pequeños. Estamos ante una especie altamente tóxica , por lo que no se recomienda su plantación en otros lugares más que en el mencionado. Aún así, si te gusta mucho esta especie y tienes pensado aumentar la familia, puedes optar por tenerlo en maceta e ir podándolo para controlar su crecimiento. Además, al tener unas hojas de tamaño reducido, también es una especie idónea para bonsái .

Laburnum alpinum

La Lluvia de oro crecerá en terrenos preferentemente calcáreos , porosos y enriquecido de tanto en cuando con abonos orgánicos, como humus o compost. Es importante darle riegos frecuentes, entre 2 y 3 veces durante el periodo estival y 1-2 semanales el resto del año, ya que no resiste la sequía.

Podrás contemplarlo en todo su esplendor si en tu zona las temperaturas no son extremas. Al Laburnum no le gusta demasiado el calor intenso , y esto es algo que puede provocarle algún que otro problema en, por ejemplo, los jardines situados a pocos kilómetros de las costas del mar mediterráneo.

Por lo demás, es muy resistente a plagas y enfermedades , y sólo deberás de tener cuidado de no mojar las hojas, pues podría aparecer el hongo Oidium. Ah, y por cierto, ahora en verano puedes aprovechar para sembrar sus semillas . ¿Cómo? Muy fácil: Introdúcelas 1 segundo en agua hirviendo y 24h en agua a temperatura ambiente. Pasado este tiempo, pon un máximo de dos en cada semillero, riega abundantemente, y en cuestión de pocos días tendrás tus propias plantitas de Lluvia de oro.

Si te han quedado dudas sin resolver, escríbenos 🙂 .


Contenidos relacionados