El Hibiscus syriacus o Rosa de Siria es un arbusto que alegra el jardín durante una buena parte del año. Es perfecto tanto como seto como arbolito, ya que puede crecer hasta los 3 metros de altura. Y sus flores… ¿qué decir de sus flores? Son elegantes, de colores muy vistosos, y lo mejor es que están brotando durante un mes entero: desde mediados de verano hasta mediados de otoño.
Es una planta muy bonita, que se puede tener en cualquier tipo de jardín e incluso en maceta. Sepamos cómo tenerla preciosa.
El Hibiscus syriacus es una planta de hoja caduca (es decir, que las pierde en invierno y vuelve a producir de nuevas en primavera), originaria del sur y este de Asia. Pertenece a la familia botánica Malvaceae, y es llamada comúnmente como Rosa de Siria o Altea. Tiene hojas grandes, de hasta 7cm, de color verde brillante. Sus flores pueden ser rojas, rosas, blancas, violetas … Hay tanta variedad, que se puede tener un seto de plantas cuyas flores sean de un color distinto. Quedará muy original 😉 .
Además, hay que decir que, si bien es muy parecido al Hibiscus rosa-sinensis , la realidad es que no son tan similares. La Rosa de China es preciosa, pero lamentablemente no resiste heladas intensas (a -2ºC ya sufre daños); en cambio, nuestro protagonista sí que tolera el frío: hasta -10ºC.
Para tenerlo sano es aconsejable ponerlo en una zona donde le dé la luz solar de manera directa. De esta manera, podrá lucirse más. Eso sí, el suelo o el sustrato deben de tener buen drenaje , por lo que se aconseja mezclarlo con perlita al 20%. Así las raíces podrán crecer y desarrollarse de una manera más sana.
Si hablamos del riego, tendrá que regarse unas 3 veces por semana en verano y cada 6 días el resto del año. Es muy recomendable aprovechar y abonar una vez al mes mientras haga buen tiempo con abonos orgánicos, como guano o estiércol de caballo.
Así pues, ¿qué te ha parecido el Hibiscus syriacus?
