Hoy nos dedicamos a la siembra de árboles . Antes de iniciar este post, quizá te interese saber que al momento de comprar un árbol puedes elegir cuatro opciones:
La primera es un árbol con cepellón , la segunda es un árbol a raíz desnuda , la tercera es un árbol en maceta y la última es con cepellón escayolado , esta última opción por lo general para árboles de gran tamaño.
Si eliges los árboles a raíz desnuda, presta atención pues es preciso plantarlos siempre durante el invierno o bien a finales del otoño pues no deben tener hojas.
El proceso
Una vez que ha llegado la época ideal para la plantación de árboles de raíz desnuda , debes recortar las raíces para que el ejemplar esté en óptimas condiciones. Quita aquéllas que estén rotas o secas, las raíces podridas o bien las que estén dañadas. Incluso puedes retirar las que sean demasiado largas. Luego repite la operación con las ramas, podando las puntas de las ramas más largas y dejando las ramas parejas.
Muchos jardineros luego optan por sumergir las raíces del árbol en una mezcla de agua y tierra . Es preciso remojarlas un rato para finalmente proceder a plantar el árbol.
En este sentido, el proceso es similar al de muchas plantas. Hay que cavar un hoyo grande y antes de ubicar el árbol es necesario remover la tierra para airearla.
Luego clava un t utor en el fondo del orificio para así fijar el árbol y que entonces crezca recto y que no se caiga en la etapa previa al enraizamiento. Los tutores son esenciales para que el árbol no crezca torcido y para que pueda echar raíces y agarrarse al suelo con precisión.
Abono y riego
Antes de situar al árbol en el orificio, agrega abono orgánico y mézclalo con la tierra para así enriquecer el suelo. Lo ideal son de dos a tres kilos de estiércol, turba o mantillo, incluso puedes agregar cenizas de madera, otro excelente abono orgánico.
Bien, llega el momento de plantar el árbol así es que la adrenalina sube y hay que prestar atención. Ubícalo en el hoyo y evita que el cuello quede a ras del suelo o muy enterrado. Luego cúbrelo con la tierra evitando siempre que queden bolsas de aire. Riega en abundancia durante el primer año para que el árbol se fortalezca y pueda desarrollarse en perfectas condiciones. Si puedes, forma una pocilla para riego pues permitirá que el árbol aproveche mejor el riego.