El Aeonium tabuliforme es una de las plantas más llamativas que existen. Originaria de las Islas Canarias, es tan bonita que a día de hoy es casi seguro que en -casi- todas las colecciones de suculentas hay por lo menos un ejemplar.
Y lo mejor de todo es que se puede cultivar en maceta, eso sí, amplia y de poca altura ; enseguida verás por qué te digo esto 😉 . Descubre cuáles son las características y los cuidados de esta especie de Aeonium.
Características del Aeonium tabuliforme
Nuestra protagonista es una planta originaria de Tenerife (Islas Canarias) que forma una roseta aplastada como un plato de unos 30 centímetros de diámetro , compuesta por unas 100-200 hojas las cuales son densamente imbricadas y glabras, con los márgenes poblados de cilios (pelillos) blancos y blandos. Tiene un tallo, pero éste es muy corto y apenas es visible, ya que está densamente vestido con las bases de las hojas más viejas.
Cuando llega a la edad adulta, en verano brotan las flores que se agrupan en una inflorescencia que mide más de 30 centímetros de altura y es de color verde-amarillento. Una vez que son polinizadas y han dado semillas, el ejemplar se muere.
¿Cómo se cuida?
¿Te gustaría tener un ejemplar? Si es así, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación : exterior, en semisombra (con mucha luz) o a pleno sol.
- Riego : una vez por semana en verano, y cada diez días el resto del año.
- Sustrato : tiene que tener muy buen drenaje. Se puede mezclar pómice con un 30% de turba negra, por ejemplo, para que la planta pueda crecer bien.
- Abonado : desde primavera hasta comienzos de otoño con abonos líquidos para cactus y otras suculentas, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
- Trasplante : en primavera, cada dos años.
- Rusticidad : es sensible al frío. Necesita protección si la temperatura baja de los -1ºC.
¿Conocías al Aeonium tabuliforme ?